LOS OTROS

Artículo que realicé para MUSICOMANÍA - Boletín informativo de la Banda de la Escuela de Música de Bullas - y que aparece en el Nº 25 (del 26 de Enero al 15 de Febrero de 2005)

En una Banda de Música no profesional, es decir, en una Banda de Música donde la mayoría de sus componentes no se dedican a la música profesionalmente, está claro que el esfuerzo, la dedicación, las obligaciones y las exigencias que tienen que tener no pueden ser las mismas que en una Banda donde todos sus componentes solo se dedican exclusivamente a la música. En la Banda profesional los componentes tienen que estudiar muchas horas al día (depende de los instrumentos pero podemos poner un horario aproximado de 5 a 8 horas) y deben hacer varios ensayos a la semana (lo normal es que se ensaye 5 días a la semana y que durante el fin de semana haya algún concierto). Los ensayos pueden durar hasta 5 horas al día. No es necesario decir que en los ensayos el Director puede pedir en cualquier momento que se interprete cierto pasaje de manera individual para que luego el conjunto salga todavía mucho mejor. Por supuesto el músico, no solo tiene que tocarlo sino que, además, debe hacerlo muy bien. Hay que tener en cuenta que para estos músicos la música es su trabajo diario y de eso viven, por lo que no podemos imaginarnos que un músico de estas características y con esas circunstancias pueda decir: “Es que se me ha hecho tarde, es que se me han olvidado las partituras, es que no he podido estudiármelas, es que no he tenido tiempo, es que se me ha olvidado de que había ensayo...” Por supuesto, lo normal es que lleguen puntualmente, calienten el instrumento, afinen y a la hora indicada se empiece el ensayo. Que ensayen 3 o 4 obras por cada ensayo de tal manera que puedan preparar un programa de concierto por cada semana. Es decir, si durante el fin de semana hay concierto, éste se puede empezar a preparar desde el inicio de esa misma semana. Y para la semana siguiente se puede preparar otro programa distinto para otro concierto.

Esto no quiere decir que en una Banda no profesional no se tenga por lo menos un mínimo de dedicación y que no haya un mínimo de exigencias. Pero también hay que reconocer que si un profesional tiene que dedicarle mucho tiempo y esfuerzo para que le salgan bien las cosas, pues para un aficionado tendría que ser por naturaleza mucho más costoso. Si lo tomamos como un trabajo habría que marcarse unas pautas muy similares a las del profesional. Si lo tomamos como un “hobby”, es decir, como una mera distracción, el fracaso está garantizado, puesto que una Banda no podría ir bien sin una dedicación mínima, a no ser que los intereses sean muy distintos a los estrictamente musicales. Por eso si no se puede exigir 8 horas de estudio al día por lo menos se podría exigir 1 hora. Y si no se puede hacer un ensayo de 5 horas todos los días, se podría hacer por lo menos 1, es un ejemplo. Pero para ser puntuales, para guardar silencio mientras se afina y mientras se ensaya, para traerse las partituras, para anotar las indicaciones que se hagan a cada momento, para enterarse de lo que uno tiene que enterarse y para ser respetuosos con el Director y con los compañeros... para eso no es necesario estudiar mucho ni dedicarle tanto tiempo. Basta un poco de voluntad y que te guste lo que estás haciendo, que es lo más importante. El músico no profesional quiere tocar, pero para hacerlo bien tiene que tener unas pautas muy similares a las de cualquier músico profesional, salvando las distancias. En caso contrario aparecería la desgana y la desidia cuando se vea que no se progresa adecuadamente y que se repiten los mismos errores. Tampoco es de esperar que los resultados sean iguales que los de una Banda profesional. Pero hay que reconocer también que un jugador aficionado que va a jugar un partido de fútbol no va a salir al campo precisamente a perder, sino que irá dispuesto siempre a ganar, o por lo menos a hacerlo lo mejor posible. Es decir, el objetivo será el mismo que un jugador de fútbol profesional.

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